Todo debe ser hecho con alegría. Aún el remordimiento puede ser con alegría.
La gente imagina un lugar de Divinidad como un lugar serio y solemne.
En realidad, donde está Di-s hay alegría.
Es por eso que cada momento nuestro es para ser celebrado y colmado de alegría.
Porque a cada momento estamos cumpliendo nuestra misión de traer Divinidad a este mundo.
No sólo al ocuparnos