El secreto de la Menorá. Encendiendo al alma judía

El alma puede nutrirse y alimentarse con espiritualidad, información Divina y experiencias sublimes, pero de todas formas puede no experimentar el fuego de la santidad de Hashem.
Esto lo aprendemos del encendido del candelabro que depende de su limpieza previa. Esto simboliza en nosotros, reducir todos los vestigios de orgullo y ego de nuestro interior, recién allí, cuando nos despojamos del yo absoluto, encontramos la conciencia Divina. Por ello en las plegarias diarias,

No baja mal del cielo. Espiritualidad en el judaísmo

No baja mal del cielo. Las cosas negativas que nos pasan, en realidad tienen un origen superior a las que consideramos cosas buenas por naturaleza. 
Por el contrario, el voltaje espiritual positivo de lo que denominamos "problemas" o "mal" es tan alto que no puede descender a este mundo en su condición original y por ello lo vemos investido en algo que a primera vista es aflicción o dolor. Nuestra misión es