Nadie puede describir tanto el dolor como aquel que lo siente. Ni el más sabio tiene palabras para describir el sufrimiento.¿Cómo debemos considerar al dolor? Debemos considerar al dolor como un componente dentro de nuestras vidas y no como algo que abarca toda nuestra vida. El dolor nos modifica y repercute en nuestra alma, nos permite llegar a lo más profundo de nosotros. Debemos tener en mente que el dolor es absorbido por un bien posterior. El dolor es uno de los desafíos de la vida y por más que no lo comprendamos, debemos tener fé que detrás de él se esconde, nada más y nada menos que una bendición. El dolor nos ayuda a encaminarnos, a perfeccionarnos, y a dignificarnos. Nos recuerda que no podemos dar la vida por sentada. La espiritualidad nos ayuda a superar los momentos de dolor, nuestras raíces deben ser sólidas para que el dolor no logre derrumbarnos...