en nuestra historia como pueblo, experimentamos alzas y bajas como parte normal de los altibajos de la vida. Pero, teniendo en cuenta que la vida es dirigida desde Arriba
y que la tendencia predominante es hacia un mejor estado de cosas, se entiende que las bajas no son solamente interrupciones en el viaje en si mismo, sino que en realidad son parte del mismo viaje hacia arriba; como un niño jugando en un columpio, cada empuje hacia arriba requirió de un correspondiente impulso hacia abajo.Entonces, tenemos la creación de un mundo perfecto y después el descenso que siguió como resultado del pecado original. Pero el propósito general es que el descenso nos lleve a un ascenso aún mayor, a un mundo aún mas perfecto que antes. El exilio funciona de la misma manera. No es una realidad separada y opuesta a al ideal de Mashiaj, sino una etapa en el proceso para llegar allí. La intención detrás del exilio es traer la redención y, por lo tanto, el exilio está diseñado de manera tal que traiga su directriz primordial, la de prepararnos para la era Mesiánica. Y es lógico que los tremendas bendiciones materiales y espirituales a que nos haremos merecedores a la llegada de Mashiaj serán mucho mas que cualquier cosa que existiese antes.