Nuestra vida tiene un sentido. Si. Somos importantes para nuestro Creador

Nadie admite que la vida sea fácil, pero por algún motivo, nuestro destino no es permanecer en el vientre de nuestra madre para siempre. El nacimiento es una prueba de que Di-s quiere que vivamos, un factor que demuestra que somos importantes para nuestro Creador. El hecho de nacer significa que hemos venido a esta tierra para algo; es justamente en el nacimiento que el alma se une al cuerpo, y el bebé. ya no es una extensión de su madre sino un individuo, al que habrá que cuidar, pero un individuo que ya posee un alma y un cuerpo y que se encuentra cara a cara con la vida. A veces es importante recordar lo que el nacimiento significa y evitar dejar que el cuerpo desee volver a la etapa fetal de la vida, aquella etapa en la que vivíamos aislados, pero con nuestras necesidades satisfechas. El exterior es todo lo contrario. Debemos relacionarnos y debemos luchar por satisfacer nuestras necesidades o deseos. Una vez más, debemos disciplinar al cuerpo, recordarle que debe obedecer los mandatos del alma, porque no sólo el nacimiento da sentido a esta fusión entre cuerpo y alma, sino que también esta fusión le da sentido al nacimiento. Reflexionamos acerca del nacimiento durante nuestros cumpleaños. Es decir que no debemos ver únicamente como envejecemos y pensar en el futuro, sino también unirnos al momento de nuestro nacimiento, unirnos a ese momento tan especial y preguntarse si uno está viviendo a la altura de su potencial, cumpliendo con la misión con la que fuimos encomendados.
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